En la siguiente columna, la periodista de sexualidad de la Revista Nómada en Guatemala, hace una seria reflexión personal y hace una serie de recomendaciones para todos aquellos que gustan del sexo casual.
El sexo casual tiene muy mala prensa. Que si es pecado, que si tiene riesgos, que si es irresponsable. Pero podemos decidir tenerlo.
A veces es una etapa, una decisión de vida, un simple momento o un gusto personal pasajero. Sea por la razón que sea, el sexo casual debe ser una decisión consciente y sobre todo consensuada. Cuando me refiero a consensuada no es solo estar de acuerdo en tener sexo sino también en saber que lo va suceder es casual. Cero presiones.
Creo que el primer punto, que debería de ser obvio, es que siempre debes protegerte. Siempre usa condón y si no tienes uno a mano, pues nada de sexo. Al tener sexo casual estás exponiéndote a las enfermedades de transmisión sexual y a un embarazo no deseado. Así que lo primero que debes de hacer es prevenir. Si eres chica no es mala idea usar algún método anticonceptivo, el que tú quieras, pero no hace falta decirle a la persona con quien estás este detalle. El condón es obligatorio. El otro método anticonceptivo es tu red de seguridad.
También es necesario superar el mito de que las mujeres nos ilusionamos y nos enamoramos. No tiene que ser así. Así como tampoco debería ser el mito de que los hombres son unos machos que sólo quieren sexo casual. Ambas cosas son mentira, cada persona es diferente. El género no debe de determinar cómo las personas se relacionan, como son sus emociones o sus impulsos. Por eso es importante que con quien sea que vayas a tener sexo casual tenga claro esto.
Es decir, claro, es casual, no hace falta conocernos a fondo pero siempre se forma un nexo (no hay que negarlo) y debemos procurar que en estos casos sea de respeto.
Esto es importante porque se logra la suficiente confianza como para establecer límites.
No es necesario sostener una conversación profunda, porque cuando lo que buscamos es casual lo menos que queremos es conversar. Pero por lo general estos encuentros se dan en bares o fiestas, mejor aún si es entre amigos. Así que antes del encuentro seguramente tuviste tiempo para intercambiar un par de palabras y establecer tu objetivo. Seguro cada quien tiene su estrategia en este punto pero yo soy de laopinión que aunque exista el cortejo medio coqueto, se debe ser directo con las intenciones.
Si vas a aventurarte, eso sí, que no sea una decisión de borrachera, que sea una decisión consciente. Tampoco se vale estar sobrio y aventurarse con alguien que claramente está ebrio o ebria. Eso ya puede dejar de ser consensuado y se convierte en violación.
Y que sea casual no significa que tenemos luz verde para faltarnos el respeto.
No se vale andar denigrando a la persona con quien estuviste ni usándola de trofeo. Si estás teniendo sexo casual con el fin de coleccionar encuentros como medallas, no sale.
Cuando es una decisión consciente no debemos de tratar a las personas como pedazos de carne. Se trata más bien de darle la libertad sexual a tu cuerpo. Si bien no buscas establecer una conexión con la otra persona todos merecemos tratar bien y que nos traen bien. Porque él o ella también debería de estar en el mismo proceso de libertad. A la hora de la hora nadie busca vulnerarse ni lastimarse.
Yo no digo que para tener libertad sexual hace falta tener sexo casual, esto es solo una opción. Si no te funciona, ni te esfuerces por hacerlo funcionar, no te hagas bolas. Al final se trata de hacer y vivir lo que te haga sentir mejor. Lo que te haga sonreír.
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